sábado, 30 de agosto de 2008

Alive

Estoy consciente de mi existencia porque abro los ojos por la mañana y me levanto. Porque respiro, como, camino y hablo. Porque un acta de nacimiento de la ciudad de Guadalajara, Jalisco en México me lo demuestra, y mi expediente en el HYCIG que es prueba de que estuve ahí estudiando en la secundaria y la preparatoria. Se hace constancia de mi existencia por el número de mi credencial de elector y mi CURP. Estoy aquí gracias a mis padres y su maravillosa persistencia en que naciera.

La verdad es que jamás hice nada para existir. No llené ninguna solicitud, ni pedí un permiso especial. Simple, sencilla y llanamente aparecí. De la nada, pero siendo producto de una serie de eventos fortuitos y coincidencias.

He pasado mucho tiempo tratando de entender qué es la vida. Elaborando mis propias hipótesis sin sentido, sin ritmo, ni cadencia, y algunas veces, sin gracia. Ultimamente me he dado cuenta de que la felicidad, la amistad y el amor son utopías que, si pretendemos obtenerlas en su máxima expresión, lo terminan angustiando a uno. El chiste de todo esto es buscarlas y absorber sus momentos pico como reserva para los tiempos donde hagan falta y se necesiten más.

Tengo la teoría de que la existencia comienza en el momento en que nacemos y que en ocasiones la vida tarda tanto en llegar que, a final de cuentas, no llega nunca.

Una frase que me gusta lo suficiente como para compartirla es esta: "Life is not the amount of breaths you take, but the moments that take your breath away" ("La vida no está formada por la cantidad de veces que respiramos, sino por los momentos que nos quitan el aliento).

Me he dado cuenta de que la vida se conforma de esos pequeños detalles como puede ser un buen vino, una canción que te recuerda algo en especial, y sonríes. Una buena comida, un atardecer, una película que te deje pensando, una cerveza al final de la semana, una noche estrellada en la playa. Lo que sobra es una sucesión de tragos amargos que hay que aguantar y sobrevivir para poder encontrarte de manera esporádica y espontánea con esos ratos que te dejen sin aliento, para sentirte vivo.

Leí en algún lugar, (o probablemente escuché) esta frase: "La muerte está tan segura de su victoria que te da toda una vida de ventaja." Sólo nos queda decidir qué vamos a hacer con toda esa ventaja.

1 comentario:

is dijo...

un baño en tina, un viaje por carretera, una llamada telefónica,un nuevo post después de una larga espera, jajaja, tantas tonterias, no???? Que bueno que ya escribiste algo, se extrañaba. Un abrazo.....